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jueves, 30 de agosto de 2012

Karma: Causa y efecto

Como estudiante de religiones comparadas, creo que el budismo es la más perfecta que l mundo haya conocido. La filosofía y teoría de la evolución y la ley del karma son muy superiores a cualquier otro credo.
Dr. C. G. Jung, Psicólogo suizo.

El renacimiento que tomamos después de abandonar nuestro cuerpo depende de nuestras acciones previas. Esto se debe al funcionamiento del principio de causa y efecto: el karma y su resultado. Esto significa que nuestras acciones crean las causas de lo que llegamos a ser; y lo que somos ahora es el resultado de las causas creadas previamente.
Karma significa acción, y se refiere a las acciones intencionadas de nuestro cuerpo, palabra y mente: lo que hacemos, decimos y pensamos. Estas acciones dejan unas impresiones y tendencias en nuestro continuo mental. Cuando estas impresiones y tendencias se encuentran con las condiciones adecuadas, afectan a nuestra experiencia.
La discusión sobre el karma –las acciones y sus resultados- es compatible con la ciencia y la psicología. Físicos, químicos y biólogos investigan el funcionamiento del principio de causa y efecto a un nivel físico. Estudian las causas que producen un fenómeno y los resultados de la interacción de ciertos elementos de un modo determinado. Los psicólogos buscan las causas de los desajustes mentales y los resultados que pueden lograrse aplicando determinados tratamientos. El budismo también investiga el principio de causa y efecto pero de un modo más sutil. Considera que el principio de causa y efecto funciona a un nivel mental, no físico. Además, el budismo considera el principio de causa y efecto en relación a una serie de vidas.
El hecho de que nuestras experiencias sean el resultado de nuestras acciones no quiere decir que se haya establecido un sistema de castigo y recompensa. Cuando una flor crece de una semilla, no es ni la recompensa ni el castigo de la semilla. Es sencillamente un resultado. Del mismo modo, cuando decimos que nuestras acciones traen como consecuencia nuestras experiencias futuras, entendemos éstas como el resultado de nuestras acciones y no como una forma de recompensa o castigo.
Buda no fijó una serie de mandamientos, cuya infracción justifique el castigo. Ya que Buda no tiene ningún deseo de que experimentemos dolor, nunca nos juzgaría o nos condenaría. Nuestras peores experiencias surgen como consecuencia de nuestras propias acciones.
Newton no creó la ley de la gravedad, sencillamente describió su funcionamiento. Del mismo modo, Buda no creó la ley de causa y efecto o karma. Describió lo que había visto una vez eliminados todos los oscurecimientos de continuo mental.
Podemos pensar que es injusto experimentar en esta vida el resultado de lo que hicimos en vidas anteriores; sin embargo, no es realmente una cuestión de “justicia” o “injusticia”. No decimos que sea injusto que los cuerpos físicos caigan hacia abajo y no hacia arriba, porque sabemos que nadie inventó la gravedad. La gravedad no se debe a la arbitrariedad de nadie sino que es la forma en que los fenómenos se comportan naturalmente. De la misma manera, nadie inventó el principio por el cual si perjudicamos a otros en el presente, tendremos problemas en el futuro. Éste es simplemente el resultado natural que surge de esa causa.
Como nosotros creamos las causas, nosotros experimentamos los resultados. Buda no puede llegar al interior de nuestra mente y hacernos pensar o actuar de forma diferente. Puesto que Buda posee una compasión infinita, si fuera capaz de salvarnos, ya lo habría hecho. Nuestros profesores pueden enseñarnos el abecedario, pero nosotros debemos aprenderlo. Ellos no pueden comprenderlo por nosotros. De la misma manera Buda describió lo que hay que practicar y lo que hay que dejar de hacer, pero somos nosotros lo que debemos actuar sobre este planteamiento. Buda no puede hacerlo por nosotros.
La belleza de la capacidad humana consiste en que nosotros somos responsables de nuestra propia experiencia. Viviendo en el presente creamos nuestro futuro. Nosotros poseemos la capacidad de determinar quiénes seremos y lo que nos sucederá, asegurando así la felicidad tanto para nosotros mismos como para los demás. Para llevarlo a cabo debemos asumir nuestra responsabilidad y utilizar nuestra capacidad humana.
Como Funciona el Principio de Causa y Efecto

El principio de causa y efecto posee cuatro características fundamentales: (1]) el karma es definitivo; esto es, las acciones positivas traerán con certeza resultados felices y las acciones negativas traerán resultados no deseados; (2) el karma es expansivo: una pequeña causa puede acarrear un gran resultado; (3) si no se crea la causa de una determinada acción, no se experimentará su resultado; (4) las impresiones que quedan en el continuo mental debido a nuestras acciones no se pierden.
La primera característica del karma es que las acciones constructivas traen resultados felices y las destructivas proporcionan experiencias no deseadas. Las acciones no son intrínsecamente buenas o malas en sí mismas, pero se consideran positivas o negativas según si traen felicidad o sufrimiento como resultado. Si se plantan semillas de manzana, crecerá un manzano, pero no un peral. De la misma manera, si se realizan acciones positivas, éstas traerán como consecuencia felicidad no sufrimiento. Cuando se experimenta sufrimiento, éste está causado por las acciones negativas, nunca por las positivas. Buda dijo:
Según la semilla que se siembre,
 así será el fruto que se recoja.
El que hace el bien recoge buenos resultados,
el que hace el mal cosecha malos resultados.
Si siembras bien una buena semilla,
entonces gozarás de buenos frutos.

Recordar esto resulta útil en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, supongamos que una persona tiene la tentación de mentir para incrementar su beneficio en una operación comercial; sin embargo, recuerda que esto le traerá malos resultados. Entonces, de da cuenta de que, aunque la mentira le permita obtener un beneficio temporal, esto va ocasionándole  más problemas a largo plazo y, por ello, decide no mentir. Al evitar la mentira, esta persona cosecha el beneficio a largo plazo resultante de haber obrado de una forma constructiva y también consigue a corto plazo ganarse la credibilidad y el respeto de los demás.
Cuando surge una desgracia, algunas personas reaccionan con ira, mientras que otras se deprimen. La psicología budista plantea métodos prácticos para liberarnos de tal confusión y sufrimiento. Así, cuando experimentamos la desdicha, resulta útil recordar que el karma es difinitivo. Más que sufrir emocionalmente, lo que sólo contribuye a agravar nuestro pesar, podemos recordar que esta situación ha urgido debido a nuestras acciones pasadas.

De la misma manera, aunque puede que no seamos capaces de realizar grandes acciones constructivas, es importante acometer acciones positivas por pequeñas que parezcan, porque includo una pequeña acción positiva puede traer un gran resultado beneficioso. Las acciones aparentemente insignificantes son importantes en la vida. Buda dijo en Dhammapada:

Como veneno que ha entrado en el cuerpo
incluso los pequeños actos no meritorios
pueden causar una graninquietud y ocasionar la
ruina en el mundo que está más allá.

Al alcanzar un gran propósito
incluso los pequeños actos meritorios
traen la felicidad en vidas futuras,
como semillas transformándose en grandes cosechas.

Thubten Chodron

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